Ashpa Sumaj: "Tierra Linda" en Quichua

miércoles, 7 de octubre de 2009

Estructura económica en Humahuaca



Jujuy, junto con Santiago del Estero, tiene el menor producto bruto per cápita de las provincias del noroeste argentino. Según el censo nacional económico, el principal sector productivo es el manufacturero (13%), con una fuerte presencia del sector agropecuario (8%).El mismo censo demuestra una estructura dual, donde coexisten pocos grandes emprendimientos con gran cantidad de medianos y pequeños productores, muchos de ellos informales y en lo que se denomina “economías de subsistencia”. En el mismo censo se registran las actividades productivas primarias más importantes, aquellas destinadas al Tabaco, la caña de Azucar y la minería. Las dos primeras son desarrolladas en las zonas húmedas de Jujuy, y la minería, sobre todo, en la zona de la Puna.
En la zona de la quebrada, la principal actividad económica hoy día es el turismo, actividad que se vio incrementada desde la declaración de la UNESCO de la quebrada como Patrimonio de la Humanidad, y que conllevó desplazos a los habitantes nativos de la zona por el aumento del valor de tierra junto con el arribo de empresas hoteleras y de turismo (como ya fue señalado en la entrada correspondiente).
Sin embargo subsisten las producciones campesinas en la zona de la quebrada, en zonas alejadas de la ruta 9 (ruta asfaltada que atraviesa Purmamarca, Tilcara y Humahuaca), que a través de este alejamiento infraestructural se mantuvo aislada de una gran parte del turismo. Por ejemplo, Ocumazo, a 45 km de Humahuaca, es de difícil acceso ya que el camino precario que llega, muchas veces se corta por crecidas de ríos y derrumbes.
Las producciones campesinas en la zona de la quebrada, a diferencia de la Puna donde predomina la ganadería, es hortícola. Las producciones son en lotes de no más de una hectárea (“rastrojos” lo llaman los campesinos) y se producen, sobre todo; papa, habas, arveja, maíz. Si bien la producción es familiar, se vive un éxodo de los jóvenes, lo que muchas veces hace que los que trabajan sean los padres de familia que quedaron en la zona y los hijos más chicos; sintiéndose la falta de mano de obra a la hora de la cosecha.
Los campesinos comercian sus productos principalmente en los centros urbanos cercanos a sus campos o en las ciudades más grandes, pero esta comercialización esta mediada por intermediarios, que prácticamente son los que fijan el precio (a nivel zonal) y se quedan con las mayores ganancias. Por ejemplo, el caso de Hector, de Ocunazo, con quien pudimos compartir una semana de trabajo, vendía el paquete de zanahoria (10 kg) a sólo $3.50.; cuando en la ciudad se vendía casí 10 veces más caro.
Si bien el asilamiento de los grandes centros turísticos, tal vez haya permitido la subsistencia de las producciones campesinas hortícolas, pero ese mismo aislamiento es causante de la desequilibrada relación con los intermediarios y del despoblamiento de un sector de la juventud (muchos de ellos lo hacen para terminar el colegio), lo que provoca, entre otras cosas, una deficiencia en la mano de obra.